3.- ALGO MÁS QUE UNA TERTULIA INTERNACIONAL DE COMERCIANTES.
Reconstrucción de la fachada neoclásica del Salón Bajo de la Camorra realizada por Juan Luis Candón con fotos de Juan Antonio Fierro.
El paso efectivo en 1717 de la Casa de Contratación desde Sevilla a Cádiz provocó un importante crecimiento demográfico que vino acompañado de una ampliación de la trama urbana. Desde el núcleo medieval del Barrio del Pópulo la ciudad se había extendido en los siglos anteriores por los arrabales de Santa María hacia oriente y de Santiago hacia occidente. La importancia del Puerto como vertebrador de la economía abrió una calle paralela al muelle que recibió el nombre de Calle Nueva que fue continuada hasta la Iglesia de San Francisco.
Detalle de un Plano francés de Cádiz a comienzos del siglo XVIII cuando todavía no estaba construida ni la Catedral barroca ni la muralla de Vendaval.
Detalle de un Plano francés de Cádiz a comienzos del siglo XVIII cuando todavía no estaba construida ni la Catedral barroca ni la muralla de Vendaval.
Apenas cuatro kilómetros cuadrados de casco urbano en un espacio insular fueron además convenientes amurallados para evitar los saqueos de siglos anteriores. La vieja Catedral (número 25) quedaba pequeña para la importancia adquirida por la urbe y desde 1720 se trabaja en una nueva Seo con un ambicioso proyecto elaborado por el arquitecto Vicente Acero. El emplazamiento del nuevo edificio catedralicio implicaba una vasta reforma urbanística que convirtió al arrabal de Santiago en el nuevo barrio de las Escuelas (nombre acogido del edificio que hoy conocemos como Seminario que desde finales del siglo XVI ubicaba un Colegio regentado por los Jesuitas y queda reflejado en el plano con el número 33).
En el mismo plano destacar el 23 Plaza de San Juan de Dios, 24 Castillo de la Villa, 34 Iglesia de San Juan de Dios, 35 Nuestra Señora del Pópulo, y especialmente el número 32 el convento de los Franciscanos Descalzos que va a servir de límite occidental en la expansión del Barrio de las Escuelas.
En el mismo plano destacar el 23 Plaza de San Juan de Dios, 24 Castillo de la Villa, 34 Iglesia de San Juan de Dios, 35 Nuestra Señora del Pópulo, y especialmente el número 32 el convento de los Franciscanos Descalzos que va a servir de límite occidental en la expansión del Barrio de las Escuelas.
En este detalle de otro plano de la Biblioteca Nacional de Francia, fechado hacia 1725, se puede ya observar con el número 7 la Plaza de los Descalzos y la aparición de dos calles orientadas Norte Sur que equivaldrían a las actuales Obispo Urquinaona y Arbolí. La Catedral Vieja estaría señalada con el número 9, el Castillo con el número 14 y los Jesuitas con el número 13. Todavía se observan construcciones en la futura Plaza de la Catedral y con dificultad el número 30 indica un punto cercano al mar que señala el lugar elegido para la nueva Catedral.
Es interesante observar ya la irregular manzana con frente a Plaza de las Flores y limitada al Oeste por el Huerto del Convento de los Descalzos que va a convertirse en el objetivo de nuestro estudio. Con frentes de viviendas en su contorno dejó una plaza interior que fue el lugar donde, como comentamos en nuestro primer artículo, Josep Jordán comenzó a construir un edificio teatral que fue abandonado en 1739 tras la denuncia de la Hermandad de San Juan de Dios.
La numerosa población extrajera que fue incorporándose al tránsito comercial desarrollado por el monopolio del comercio entre las colonias americanas y España se quejaba de la escasez de posibilidades de recreo que existían en la ciudad. Los paseos por el perímetro costero y plazas era una de las fórmulas más utilizada pero deseosos de un lugar de encuentro buscaron un céntrico edificio para su confluencia.
Desde 1740, según nos informan ellos mismos en un Expediente que hemos encontrado en el Archivo Histórico Nacional, se reunían en una casa de la calle Empedrador (la más oriental de la manzana que analizamos). Después del "duro trabajo de escriptorio" hombres de diversas nacionalidades se concentraban al atardecer para para la charla, la lectura, el juego y el intercambio de información para el mejor desarrollo de sus negocios. En esas mismas referencias nos hablan que a imitación de esta tertulia de extranjeros, un grupo de españoles organizó una reunión parecida en otro edificio de la misma calle Empedrador. Podemos hablar de una Tertulia Internacional y otra Nacional en esta sugerente Manzana Urbana tan poco habitual en Cádiz pues disponía de una Plaza interior con conexión a las calles colindantes a través de pasajes en forma de bóveda de cañón con ancho que permitiese el paso de carruajes.
Es interesante observar ya la irregular manzana con frente a Plaza de las Flores y limitada al Oeste por el Huerto del Convento de los Descalzos que va a convertirse en el objetivo de nuestro estudio. Con frentes de viviendas en su contorno dejó una plaza interior que fue el lugar donde, como comentamos en nuestro primer artículo, Josep Jordán comenzó a construir un edificio teatral que fue abandonado en 1739 tras la denuncia de la Hermandad de San Juan de Dios.
La numerosa población extrajera que fue incorporándose al tránsito comercial desarrollado por el monopolio del comercio entre las colonias americanas y España se quejaba de la escasez de posibilidades de recreo que existían en la ciudad. Los paseos por el perímetro costero y plazas era una de las fórmulas más utilizada pero deseosos de un lugar de encuentro buscaron un céntrico edificio para su confluencia.
Desde 1740, según nos informan ellos mismos en un Expediente que hemos encontrado en el Archivo Histórico Nacional, se reunían en una casa de la calle Empedrador (la más oriental de la manzana que analizamos). Después del "duro trabajo de escriptorio" hombres de diversas nacionalidades se concentraban al atardecer para para la charla, la lectura, el juego y el intercambio de información para el mejor desarrollo de sus negocios. En esas mismas referencias nos hablan que a imitación de esta tertulia de extranjeros, un grupo de españoles organizó una reunión parecida en otro edificio de la misma calle Empedrador. Podemos hablar de una Tertulia Internacional y otra Nacional en esta sugerente Manzana Urbana tan poco habitual en Cádiz pues disponía de una Plaza interior con conexión a las calles colindantes a través de pasajes en forma de bóveda de cañón con ancho que permitiese el paso de carruajes.
Dibujo de una casa burguesa gaditana con torre mirador sacado del blogdehenche.
En esta primera casa de la Tertulia Internacional de la calle Empedrador se reunían comerciantes, navieros, financieros, tratantes de mercancías y miembros de las más conocidas casas aseguradoras, al atardecer y en sus salas se leían periódicos y libros extranjeros, se jugaba a los naipes, al billar y en las zonas ajardinadas a las bochas (una especie de petanca). La reunión seguramente se convirtió además en una Bolsa de intercambio y de contacto comercial. Sus integrantes hombres exclusivamente de multitud de naciones preferentemente europeas que hablaban múltiples lenguas y que incluso profesaban ideologías y religiones muy diversas (conscientemente toleradas por la Monarquía para lograr el beneficio de un pujante comercio).
Finalizado el uso del Coliseo de la Ópera italiana hacia 1778 y consecuentemente el uso de la casa de la Compañía de los Músicos conocida como la Camorra, hacia 1783 el propietario solicita el permiso para su derribo. Un total de 26 comerciantes de 14 nacionalidades diferentes adquieren "el pavimento" del espacio derribado y a censo reservativo (es decir, por una especie de acciones) acuerdan construir un monumental edificio de tres plantas en cuya parte inferior se ubicó un Teatro o Salón Bajo que recordese tanto el Coliseo Italiano como el Teatro de la Tragedia Francesa que había tenido una importante actividad en el barrio del Mentidero entre 1768 y 1778.
En las dos plantas superiores cinco grandes dependencias sirvieron para ubicar Biblioteca, Salas de Lectura, Salón de Juegos y lugar de reuniones y tertulias como nos muestran estas fotos del libro de Fernando Guilloto que fueron realizadas en el interior del edificio hacia 1910 cuando fue Escuela de Comercio de Cádiz.
Desconocemos quienes fueron sus arquitectos pero sabemos que para el interior del Salón Bajo se contrataron estuquistas portugueses e italianos y que el precio final de la obra completa superó las 70000 pesos (que debía ser un dineral). Los gaditanos siguieron llamando al edificio Casa de la Camorra en referencia al desaparecido edificio que albergaba a los músicos de la Compañía del Coliseo Italiano.
En el próximo Capítulo hablaremos de quienes fueron sus propietarios y los acontecimientos sucedidos desde su construcción hasta su confiscación al comienzo de la Guerra de Independencia pero si quieres ver imágenes del espacio te enlazo un reportaje de Ana Zambrana de Onda Cádiz para el programa el Mirador del mes de julio de 2017
https://www.youtube.com/watch?v=PrsmIIsWLKc&t=58s
Cada quince días aproximadamente realizamos visitas guiadas y gratuitas a este espacio. La fachada del Salón Teatro actualmente se encuentra escondida tras los muros del Centro Municipal de Artes Escénicas de Cádiz en la calle Arbolí número 7. Para inscribirse envía correo a casadelacamorra@gmail.com
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