1.- UN ESPACIO URBANÍSTICO ÚNICO: EL COLISEO DE LA ÓPERA ITALIANA DE CÁDIZ.

 Dos son los documentos que nos permiten ubicar el Coliseo de la Ópera italiana en Cádiz. Este detalle del plano de la ciudad elaborado por Josep Cavallero en 1772 nos muestra con fachada a la Plaza de las Flores con el número 95 la ubicación del edificio rectangular. Muy cercano, aparece el Convento de los Descalzos con una parte conventual (incluida Iglesia) en lo que hoy es el edificio de Correos, y un amplio huerto cenobial en la parte que hoy ocupa el Mercado de Abastos.

El otro documento visual es la maqueta de Cádiz, actualmente en el Museo Municipal de la Calle Santa Inés. Construida entre 1773 y 1776, nos permite observar un elevado edificio (D) en la plaza interior (B) de la manzana que hoy se corresponde con la Plaza de Las Flores que queda en la parte superior, la calle Arbolí entonces Empedrador (C), el Huerto del Convento de los Franciscanos Descalzos (A) y más cercano al espectador la calle Desamparados-San Juan. Esta foto estaría tomada desde una posición elevada desde el Campo del Sur.

En 1739 un empresario genovés llamado Josep Jordán que tenía una compañía de ópera italiana comenzó a construir, creemos que en este mismo espacio, un edificio para ser convertido en un lugar de representaciones musicales. La Hermandad de los Hermanos de San Juan de Dios, que detentaban el privilegio de disponer en el cercano Teatro de la Comedia Española de la Plaza del Palillero un 10% de las ventas de entradas se oponen a la construcción de un nuevo Teatro y logran de Felipe V que se abandone la construcción del edificio de la Plaza de las Flores.
Es probable que en 1760 un nuevo empresario italiano, Josep Darbricio, aprovechase el trabajo ya realizado con anterioridad para levantar el nuevo Coliseo de la Ópera Italiana de Cádiz que esta vez no fue denunciado. En 1761 comenzaron las representaciones operísticas que se desarrollaron durante 17 años convirtiendo a Cádiz, junto a Barcelona, en el centro de la lírica italiana en la Península.

Por desgracia no disponemos de dibujos ni pinturas de su interior pero si sabemos a través de otros documentos escritos que estaba construido integramente en madera y que disponía de cuatro alturas con 15 palcos en cada una. La pintura que aparece arriba es también de finales del siglo XVIII y muestra el interior del Palacio de la Ópera de Turín que nos puede ofrecer una idea de cómo era. La descripción que nos ofrece un documento que daba las normas para  los  Bailes del Carnaval del año 1767 y que hemos encontrado en la Biblioteca Provincial nos describe que los sesenta palcos tenían forma circular y que por tal motivo eran conocidos como "cazuelas" y que disponía de puestos para la venta de agua, refrescos, fiambres y dulces. Un informe del Síndico Personero del Ayuntamiento sobre los bailes de ese año señala la venta para un sólo día de baile de milsetecientas entradas que nos ofrece la gran capacidad del edificio.


Si bien los cantantes, primeras figuras del bel canto italiano, venían directamente desde Italia a cantar Cádiz, Darbricio organizó una Compañia propia de Músicos para los que compró un edificio que habilitó para que conviviesen en armonía los componentes de una orquesta mayoritariamente de cuerda que quedo censada en la casa de la calle entonces llamada Empedrador, actualmente Arbolí.

Más de una veintena de músicos componían la orquesta. Probablemente también bailarines y miembros de la tramoya habitaron en el edificio. Tal debía ser el escándalo que armaban que los gaditanos comenzaron a llamar al lugar como "Casa de la Camorra". Entre los músicos destacó el italiano Carlos Moro,dueño de un violoncello construido en 1720 por Antonio Stradivarius  y actualmente propiedad del mexicano Carlos Prieto que ha reconstruido la existencia del instrumento en un libro editado por Fondo de Cultura Económica y que se titula "Historia de un violoncello". 


Cristína Díez ha recogido en su Tesis una amplia información que incluye medio centenar de representaciones de los mejores libretistas y músicos italianos. Después de 17 años de existencia con un gran éxito de público el Coliseo cerró sus puertas debido a su falta de rentabilidad profesional. El edificio que ya mostraba problemas de mantenimiento queda abandonado al igual que la Casa de los Músicos y en los primeros años de la década de los ochenta del siglo XVIII el propietario solicita permiso para su derribo. El espacio es adquirido por 26 comerciantes, entre los que se encuentran los cónsules de Holanda, Suecia, Prusia, Estados Vaticanos, Dinamarca y Saboya, para en su pavimento construir un edificio de tres plantas con un Salón Bajo en su parte inferior que sirviese de Teatro para recordar tanto al Coliseo de la Ópera Italiana como al Teatro Francés que entre los años 1768 y 1778 había funcionado en el Barrio del Mentidero. 

Periódicamente realizamos visitas guiadas y gratuitas a este espacio.  Para inscribirse envía correo a casadelacamorra@gmail.com




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